En la antigua Grecia se enseñaban ciertor lugares que descendían al submundo.Nuestra existencia despierta también es una tierra en la que por lugares ocultos se desciende al submundo, una tierra repleta de discretos lugares donde desembocan los sueños. Todos los días pasamos por ellos sin darnos cuenta , pero, apenas nos dormimos, recurrimos a ellos con rápidos movimientos, perdiéndonos en los oscuros corredores. El laberinto de casas de la ciudad equivale durante el día a la conciencia ; los pasajes ( que son las galerías que conducen a su pasada existencia ) desembocan de día, inadvertidamente en las calles. Pero a la noche , bajo las oscuras masas de edificios , surge infundiendo pavor , su compacta oscuridad, y el tardío paseante se afana por dejarlos atrás, si acaso le habíamos animadao a un viaje a través del estrecho callejón.WALTER BENJAMIN, Libro de los Pasajes, edición de Rolf Tiedemann, Ed. Akal, p 867
Em sembla bé el text per una primera POSTAL.
Lo que nosotros conocemos por pasajes no necesariamente coincide con los pasajes ( galerías ) del París de Benjamin. Un pasaje puede ser un paso, callejon, para personas fundamentalmente, entre calles. Compte , els PASSATGES de BCN no són callejones , precisamente. El valor del relato de Benjamin , el referir el pasaje como lugar del sueño le confiere un valor general . Me quedo con la metáfora del pasaje com lugar, como tránsito del sueño, y lugar del soñar.
Por este cierto lugar puedo asegurar que era el pasaje por donde se podia descender a más de un submundo. Recuerdo también como ascendia por él volviendo a ser tímido, mi casa estaba cerca. Todavía hoy no ha perdido aquella fuerza que aún te puede dejar atrapado.
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