dimarts, 21 de juliol del 2015

MARTIN MARCO
pesonaje de la COLMENA, después de ser expulsado del bar donde no puede pagar la consumición, recorre,  toda la novela tal que así, siempre  sin un duro.  Destapa la curiosidad alguien  que casi és atropellado por otro personaje ,un ciclista, Ciclista que Cela  situa en el  frondoso  censo final  de personajes 
Impressionante recorrido, importante estela la que deja  ver MARTIN en su  trayecto, buen pedaleo. Evito caracterización y detalles.   Siguiendo su rastro,  sólo leyendo donde aparece su nombre,llego al final de  la novela. Aparece en todos los  capítulos menos en el primero . Su entrada con  empujón ciclista incluído, es triunfal.
Y sorpresa,  siguiéndole por la COLMENA   se cruza uno com   más bicicletas y ciclistas. 
A por ello...,
esta vez sin daño para el pobre Martín , pensador, observador filósofo hambriento, etc
Un premio nóbel sin bici o moto  en  alguna de sus páginas,  no seria justo. La bici y ciclistas celianos  de hoy aquí ,  le hacen sobrado merecedor  por contenido y forma,
Veamos...
El pensamineto del personaje, sus apreciaciones,  descripciones  recorren las calles de MADRID un frio diciembre de posguerra y de plena segunda guerra mundial. Vagabundea  todo el santo dia , no puede hacer otra cosa, donde le alojan le ponen la condició que tiene que salir a las nueve de la mañana y no volver hasta las 11 de la noche. Triste vida de poeta, forzado behemio, y escribidor... los bares pueden ser su refugio para su condició de pobre con corbata  en los negros y agobiantea antros de esta humana   COLMENA  de  MADRID también  con sus inevitables desabridas  calles , parques, cementerios ... que podrian  ser fàcilmente   itinerario literario a poco que alguien se lo proponga. Me extrañaria que no lo sean  ya
Nuestro involuntàrio  FLÂNNER madrileño, despiadado Cela,  se le acaba por acoger en calor ...
Veamos sus bicis: ( sus vicis , otro dia )
Martín Marco sigue caminando, lo de la bicicleta  ol olvida pronto.
(CapII,p80 Ed HMB con licencia y por gentileza de Caixa Cataluña, 1983 )
 
Caminando, caminando  casi sin parar , Martin /Cela y cualquiera sabiendo escribir,   hace al  territorio  literario, conviete  paiaje y el paisanaje en tinta.
Antes de hacer aparecer  de mostar una ternura de bicicleta , Cela/Martín  es un tanto   despiadado, celudo,  con esta quizá por aquel casi atropello del cap II:
Martín va a visitar  tumba de su madre  muerta  hace un tiempo, un dia de poco antes de Nochebuena. Va en tranvia
Aún quedan tranvias en los que la gente se sienta cara a cara, en dos largas filas que se contemplan con detenimiento, hasta con curiosidad  incluso.
- Este tiene cara de pobre  cornudo, seguramente su señora  se le escapó con alguien , a lo mejor  con un corredor  de bicicletas, quien sabe si con uno de Abastos.
Si el trayecto es largo , la gente se llega a encariñar 
Martin sigue imaginando ¿ o és el narrador ?
Parece que no  , pero siempre se siente un poco que aquella mujer , que parecía tan desgraciada, se quede en cualquier calle y no la volvamos  a ver  jamás, ¿cualquiera sabe si en toda la vida !
Celudiano ambiente ,  de indisimulada tristeza, pero...
Martín tira por los caminos  del cementerio. sentado a la puerta  de la capilla , el cura lee una novela de vaqueros del Oeste . bajo el tibio sol  de diciembre los gorriones pían, saltanda de cruz a cruz, mecièndose en las ramas desnudas  de los árboles. Una niña pasa en bicicleta  por el sendero ; va cantando  con su tierna voz ,una ligera canción de moda. Todo lo demás es suave silencio, grato sillencio. Martín siente un bienestar inefable.
   OC, p. 292,
Vale que la poesía no le va al nóbel , però vale como tal, ¿no?¿Qué color tiene este humor? ¿ Qué da más risa, la precisión de vaqueros, lo que lee el cura, los gorriones  volanderos ... ? 
Y la bicicleta con niña, ,ni SERRAT /SABINA la pintan mejor,
 
 Miré por la ventana y me fugué
con una niña que iba en bicicleta,
me distrajo un vecino que también
no hacia más que rascarse la cabeza./ BRAGUETA ( Sabina lo dice )
No hago otra cosa que pensar en tí
nada me gusta más que hacer canciones,
pero hoy las musas han pasao de mí,
andarán de vacaciones.
CELA estuvo antes antes  y vio primero la niña en bicicleta , sus musas aquel dia  com Martin en los cementerios de Madrid no andaban de vacaciones 
Creo que propio nóbel   queda CELADO  con la imágen y repite, solo a tres pasos , hojas, del final:
Martín llega al nicho de la madre...
... no va todos los años a visitar los restos de la madre, en el aniversario. Va cuando se acuerda. Martín se descubre. Una leve sensación  de desasosiego, siente que le da placidez al cuerpo. Por encima de las tapias  del cementerio, allá a lo lejos , se ve la llanura de color  pardo en el que el sol  se para, como acostado. El aire es frío, pero no helador. Martín, con el sombro en mano, nota en la frente una ligera caricia  ya casi olvidada, una vieja caricia del tiempo  de la niñez...
- Se está bien aquí- piensa- . voy a venir con más frecuencia .
No falto nada para que se pudiera a silbar , se dio cuenta a tiempo.
Martín mira para los lados "La niña Josefina  de la Peña Ruiz subió al cielo  el dia tres de mayo de 1941, a os once años de edad, "
- Como la niña de la bicicleta . A lo mejor eran amigas; a lo mejor , pocos días antes de morir , le decía, como dicen , a veces, las niñas de once años: "Cuendo sea mayor y me case"
( p. , no importa, falta poco para  el final, y en los aledaños finales siempre se suelen  poner  cosas importantes )
No pongo imágenes, el autor ya proporciona suficientes. La bicicleta no pasa desapercibida ni los ciclista  en vano.
En todo caso colgaré aquellas imágenes cuando pueda recorrer  ese paisaje  de Madrid  escrito por un maestro¿Por qué no hacerlo en un mes de diciembre  ?  No lo pensaré mucho.



 
 


  

2 comentaris:

  1. Què grande hacen algunos, maestros y santos, la loca de la literatura

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  2. y entró en la Academia poniendo LOS COJONES encima de la mesa, lo dijo

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