pesonaje de la COLMENA, después de ser expulsado del bar donde no puede pagar la consumición, recorre, toda la novela tal que así, siempre sin un duro. Destapa la curiosidad alguien que casi és atropellado por otro personaje ,un ciclista, Ciclista que Cela situa en el frondoso censo final de personajes
Impressionante recorrido, importante estela la que deja ver MARTIN en su trayecto, buen pedaleo. Evito caracterización y detalles. Siguiendo su rastro, sólo leyendo donde aparece su nombre,llego al final de la novela. Aparece en todos los capítulos menos en el primero . Su entrada con empujón ciclista incluído, es triunfal.
Y sorpresa, siguiéndole por la COLMENA se cruza uno com más bicicletas y ciclistas.
A por ello...,
esta vez sin daño para el pobre Martín , pensador, observador filósofo hambriento, etc
Un premio nóbel sin bici o moto en alguna de sus páginas, no seria justo. La bici y ciclistas celianos de hoy aquí , le hacen sobrado merecedor por contenido y forma,
Veamos...
El pensamineto del personaje, sus apreciaciones, descripciones recorren las calles de MADRID un frio diciembre de posguerra y de plena segunda guerra mundial. Vagabundea todo el santo dia , no puede hacer otra cosa, donde le alojan le ponen la condició que tiene que salir a las nueve de la mañana y no volver hasta las 11 de la noche. Triste vida de poeta, forzado behemio, y escribidor... los bares pueden ser su refugio para su condició de pobre con corbata en los negros y agobiantea antros de esta humana COLMENA de MADRID también con sus inevitables desabridas calles , parques, cementerios ... que podrian ser fàcilmente itinerario literario a poco que alguien se lo proponga. Me extrañaria que no lo sean ya
Nuestro involuntàrio FLÂNNER madrileño, despiadado Cela, se le acaba por acoger en calor ...
Veamos sus bicis: ( sus vicis , otro dia )
Martín Marco sigue caminando, lo de la bicicleta ol olvida pronto.(CapII,p80 Ed HMB con licencia y por gentileza de Caixa Cataluña, 1983 )
Caminando, caminando casi sin parar , Martin /Cela y cualquiera sabiendo escribir, hace al territorio literario, conviete paiaje y el paisanaje en tinta.
Antes de hacer aparecer de mostar una ternura de bicicleta , Cela/Martín es un tanto despiadado, celudo, con esta quizá por aquel casi atropello del cap II:
Martín va a visitar tumba de su madre muerta hace un tiempo, un dia de poco antes de Nochebuena. Va en tranvia
Aún quedan tranvias en los que la gente se sienta cara a cara, en dos largas filas que se contemplan con detenimiento, hasta con curiosidad incluso.
- Este tiene cara de pobre cornudo, seguramente su señora se le escapó con alguien , a lo mejor con un corredor de bicicletas, quien sabe si con uno de Abastos.
Si el trayecto es largo , la gente se llega a encariñarMartin sigue imaginando ¿ o és el narrador ?
Parece que no , pero siempre se siente un poco que aquella mujer , que parecía tan desgraciada, se quede en cualquier calle y no la volvamos a ver jamás, ¿cualquiera sabe si en toda la vida !Celudiano ambiente , de indisimulada tristeza, pero...
Martín tira por los caminos del cementerio. sentado a la puerta de la capilla , el cura lee una novela de vaqueros del Oeste . bajo el tibio sol de diciembre los gorriones pían, saltanda de cruz a cruz, mecièndose en las ramas desnudas de los árboles. Una niña pasa en bicicleta por el sendero ; va cantando con su tierna voz ,una ligera canción de moda. Todo lo demás es suave silencio, grato sillencio. Martín siente un bienestar inefable.OC, p. 292,
Vale que la poesía no le va al nóbel , però vale como tal, ¿no?¿Qué color tiene este humor? ¿ Qué da más risa, la precisión de vaqueros, lo que lee el cura, los gorriones volanderos ... ?
Y la bicicleta con niña, ,ni SERRAT /SABINA la pintan mejor,
Miré por la ventana y me fuguéCELA estuvo antes antes y vio primero la niña en bicicleta , sus musas aquel dia com Martin en los cementerios de Madrid no andaban de vacaciones
con una niña que iba en bicicleta,
me distrajo un vecino que también
no hacia más que rascarse la cabeza./ BRAGUETA ( Sabina lo dice )
No hago otra cosa que pensar en tí
nada me gusta más que hacer canciones,
pero hoy las musas han pasao de mí,
andarán de vacaciones.
Creo que propio nóbel queda CELADO con la imágen y repite, solo a tres pasos , hojas, del final:
Martín llega al nicho de la madre...( p. , no importa, falta poco para el final, y en los aledaños finales siempre se suelen poner cosas importantes )
... no va todos los años a visitar los restos de la madre, en el aniversario. Va cuando se acuerda. Martín se descubre. Una leve sensación de desasosiego, siente que le da placidez al cuerpo. Por encima de las tapias del cementerio, allá a lo lejos , se ve la llanura de color pardo en el que el sol se para, como acostado. El aire es frío, pero no helador. Martín, con el sombro en mano, nota en la frente una ligera caricia ya casi olvidada, una vieja caricia del tiempo de la niñez...
- Se está bien aquí- piensa- . voy a venir con más frecuencia .
No falto nada para que se pudiera a silbar , se dio cuenta a tiempo.
Martín mira para los lados "La niña Josefina de la Peña Ruiz subió al cielo el dia tres de mayo de 1941, a os once años de edad, "
- Como la niña de la bicicleta . A lo mejor eran amigas; a lo mejor , pocos días antes de morir , le decía, como dicen , a veces, las niñas de once años: "Cuendo sea mayor y me case"
No pongo imágenes, el autor ya proporciona suficientes. La bicicleta no pasa desapercibida ni los ciclista en vano.
En todo caso colgaré aquellas imágenes cuando pueda recorrer ese paisaje de Madrid escrito por un maestro¿Por qué no hacerlo en un mes de diciembre ? No lo pensaré mucho.
Què grande hacen algunos, maestros y santos, la loca de la literatura
ResponEliminay entró en la Academia poniendo LOS COJONES encima de la mesa, lo dijo
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