EN AQUEL INSTANTE SE ACERCÓ ATENEA, HIJA DE ZEUS,
QUE HABÍA TOMADO LA FIGURA Y LA VOZ DE MENTOR
Su presencia no era casual; era una intervención divina para ayudar a Telémaco a madurar y a tomar las riendas de su propia vida. La transformación de Atenea en Méntor era una estrategia común en la mitología griega para que los dioses se acercaran a los mortales sin revelar su verdadera identidad.
LLAMA PENÉLOPE DESPUÉS DEL ADIÓS
PENELOPE Y TELÉMACO
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